STGO INC.

Bastián Arce es artista visual, productor y músico electrónico. Vive en Santiago de Chile y, desde 2019, firma sus trabajos sonoros bajo el seudónimo "stgo inc.". Su música se mueve entre el pop, la electrónica de dormitorio y una sensación a veces nostálgica, otras veces eufórica. Con un mixtape llamado Telemática (2021), un EP titulado CLUB SOCIAL (2022) y varios singles que deambulan por el amor, la ciudad y el deseo, Stgo Inc. construye canciones donde lo íntimo se proyecta hacia lo común, buscando una lírica que hable desde lo cotidiano sin dejar de evocar algo más profundo, incluso emotivo.

Pero más allá de los géneros, stgo inc. también es una forma de poner en sonido la nostalgia y las historias que se cruzan en chats, fiestas y relaciones breves que nacen en internet. En esta entrevista, Bastián cuenta cómo la música se ha vuelto una manera de armarse un lugar propio entre el ruido y el ritmo acelerado de la ciudad.

Tu propuesta tiene algo un poco el artificio, ¿hay un personaje?. ¿Quién es STGO INC. y qué diferencia hay entre él y Bastiánn?

"stgo inc." es Bastián Arce hablando a través de un alias. Creo que me anima mucho más mostrarme a través de un seudónimo, y lo hago además con una sigla. Como una empresa que habla a mi nombre. 

¿Hay alguna experiencia de desamor que esté escondida en “Gosteo”? 

No es una sola experiencia en verdad, son varias. Cada línea en la canción describe una situación distinta sobre el desamor. Ese momento en particular donde estás de cita en cita, de persona en persona. Con una buena disposición a encontrar a alguien interesante, pero igual no logras conectar con nadie. La canción habla de esa errancia, y de distintas situaciones que hacen que alguien no te pueda gustar desde lo superficial, y en el caso de esta canción, una de esas situaciones es que no te guste el corte de pelo de la otra persona.

En tu EP CLUB SOCIAL se escucha un sonido más agresivo, asociado a la euforia y la vida nocturna, pero en los lanzamientos recientes como “gosteo” o “piensa en mí” hay algo más personal, con sensaciones más abstractas y sentimentales. ¿Sientes que tu relación con la música y la producción se ha vuelto más compleja, más conectada con lo personal? 

Sí, han pasado varios años desde que hice CLUB SOCIAL y el panorama musical y personal ha cambiado desde entonces. Escribí esas canciones aún en cuarentena y las ganas de salir y tener vida de noche eran fuertes. Había mucha rabia y era algo colectivo. De ahí salió el nombre ‘club social’. Ahora los lugares en los que comencé a bailar pocos existen y creo que ahora produzco desde esa posición. Música que ya no está. La nostalgia del club.

¿Cómo describirías la escena club en Chile hoy? ¿Qué tiene de particular frente a otras escenas?

Está bien diversa y establecida. Hay fiestas de todas las escalas y de distintos géneros musicales. A mí me acomoda la fiesta mediana porque pasan más cosas. Es particular y bien chilena. Un sampling de muchas cosas mezcladas entre sí.  

Funciona.

 ¿Cuál es el lugar que tomas tú dentro de esa escena?

Observo y escucho. Intento estar al tanto.

Por lo que sé, de profesión estudiaste Artes Visuales, ¿cómo transita eso hacia la música? ¿Cómo empezaste y por qué tú trabajo artístico ahora está más cercano a la producción musical y el diseño sonoro que al campo de las artes visuales? 

Soy de formación artista visual y creo que lo visual y las imágenes juegan un rol fundamental en mi proyecto musical. Me gusta evocar escenarios, momentos y situaciones que están siempre descritas en un lugar en particular. Estoy a cargo de la dirección general de mi proyecto y no puedo concebirlo sin imágenes. Se van creando en paralelo y se complementan. Creo que la herramienta más útil que me pudo haber dado la escuela de arte es la capacidad de gestionar un proyecto y llevar a cabo una idea, ya sea visual, musical o cultural.